Comunicado de los Consejeros Universitarios

El viernes 13 de agosto de 2010 un grupo de estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras organizó en el estacionamiento un evento político-cultural llamado "Bailongo de primer ingreso".
Al comenzar los preparativos para el evento, durante las primeras horas del viernes, los organizadores recibieron una llamada de atención de Vigilancia UNAM que trató de impedir que se instalara la infraestructura necesaria para el evento.
Más adelante se presentaron en el estacionamiento, individuos que, a pesar de identificarse a sí mismos como parte de la Universidad, no llevaban los uniformes ni las identificaciones correspondientes a los integrantes de Vigilancia UNAM. Hay que señalar que estos individuos llegaron en camionetas que no estaban visiblemente identificadas como parte del patrimonio universitario. Estos individuos agredieron a los organizadores e incluso varios de los estudiantes estuvieron en riesgo de ser atropellados.
Por este medio queremos expresar nuestra indignación por los acontecimientos de esa mañana. Reprobamos enérgicamente que la Universidad recurra a elementos ajenos a Vigilancia UNAM para realizar operativos. Esto se presta a abusos por parte del personal y permite que grupos ajenos a la Universidad se entrometan en sus asuntos, agrediendo a sus estudiantes.
Además queremos desmentir los rumores que dicen que fue la Comisión Local de Seguridad la que solicitó la realización de dicho operativo. El jueves 12 de agosto a las 17:00 hrs la Comisión Local de Seguridad, se reunió, por primera vez desde que regresamos de vacaciones, únicamente para evaluar el Plan de Protección Civil de la Facultad y las formas en que éste será dado a conocer a nuestra comunidad. Como parte de la Comisión asistí, junto con el Consejero Alumno de Bibliotecología, a dicha reunión en representación de los estudiantes y puedo asegurar que en ningún momento de la reunión se hizo mención alguna al operativo.
Cristina Paredes y Xavier Aguirre (Integrante de la C.L.S.)
Consejeros Universitarios

17 comentarios:

Xavier y Cristina Consejeros Universitarios de la F. de Filosofía y Letras dijo...

http://www.jornada.unam.mx/2010/08/14/index.php?section=sociedad&article=034n1soc

Xavier y Cristina Consejeros Universitarios de la F. de Filosofía y Letras dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Sí, qué padre, se indignan y todo lo demás. Bien por eso, que no es lo mismo estar en desacuerdo con el "bailongo" que dejar que les echen encima camionetas. Pero, camaradas, hay que ser parejos. Si se quejan por el atropellamiento, ¿por qué no se quejan por el ruidajal que no nos dejaba tomar clases? ¿A quién le pidieron permiso para hacer su evento y robarse la luz, robarse medio estacionamiento y terminar todos marihuanos? ¿A quién le dijeron que iban a poner sus cartulinas ridículas donde se pedía hasta que bajara el precio de las copias?

Si no tienen idea de lo anterior, no me extraña que no hagan nada para recuperar nuestro auditorio. Ustedes parecen buenos para quejarse por lo obvio, pero no trabajan por lo necesario. La facultad y sus alrededores se están convirtiendo, de nuevo, en un fumadero de mota y en una cantina, especialmente en la zona cercana al auditorio. ¿Se paran ustedes los viernes por ahí? ¿Por qué no protestan por eso? Si no ven por el bienestar de la comunidad en general (y no sólo cuando atropellan, matan o golpean a alguien), ¿para qué son consejeros? ¿Para darse su taco?

Ivo Basay dijo...

De acuerdo con anónimo, además, si las personas que agredieron al "bailongo" no estaban identificadas como personal de la UNAM ¿por qué asumen en su entrada que la Universidad recurrió "a elementos ajenos a Vigilancia UNAM para realizar operativos"?

Xavier y Cristina Consejeros Universitarios de la F. de Filosofía y Letras dijo...

Compañer@s:

Gracias por los comentarios. Comencemos por lo más sencillo: Ivo, los agresores no estaban identificados como personal de Vigilancia UNAM, sin embargo, se presentaron a sí mismos como personal de la Universidad y aseguraron a los organizadores del bailongo que estaban ahí por órdenes de la Comisión Local de Seguridad de la FFyL. Existe la posibilidad, me parece muy remota, pero existe, de que hayan sido enviados por alguien completamente ajeno a la Universidad y que nadie en la UNAM haya solicitado su participación.
En cuanto al primer comentario, la opinión que tengamos nosotros (Cristina y yo) en torno a la realización del Bailongo, es absolutamente irrelevante. Nosotros nos quejamos por el “atropellamiento” por dos razones fundamentales:
1.- Porque tratamos de fungir como voceros de una queja de los estudiantes (los organizadores del bailongo) ante las autoridades de la Universidad.
2.- Porque se implicaba infundadamente a la Comisión Local de Seguridad, de la cual yo formo parte.
Yo como consejero universitario fui electo para representar a los estudiantes de la FFyL ante las autoridades centrales, pero no para representar a las autoridades ante los estudiantes, ni mucho menos para dirimir desacuerdos o disputas entre los estudiantes.
Yo no sé si los organizadores del Bailongo pidieron permiso, ni tampoco sé si se robaron la luz, ni si se pusieron marigüanos.
A mí no me corresponde ir con los organizadores del Bailongo a decirles que pueden o no pueden hacer, pues no soy representante de las autoridades. Tampoco me corresponde decirles que algunos estudiantes están molestos por la realización del Bailongo, pues yo no soy nadie para mediar en un desacuerdo entre estudiantes.
En caso de que algún o algunos alumnos me hubieran pedido que hiciera del conocimiento de las autoridades su descontento por la organización del Bailongo, lo hubiera hecho, del mismo modo que hubiera ayudado si los organizadores del Bailongo me hubieran pedido apoyo para tramitar los permisos correspondientes. Ninguna de las dos cosas pasó, pero independientemente de mi opinión, yo hubiera dado a ambos grupos el apoyo necesario para que sus voces fueran oídas por las autoridades universitarias. Yo no meto mis ideas u opiniones personales al transmitir las voces de los estudiantes que, se supone, represento. Espero que entiendas mi posición.
Por otro lado, me parece que nos acusas injustificadamente. Semana con semana Cristina y yo tenemos reuniones y sesiones de trabajo entre nosotros y con muchas autoridades de la Universidad, para trabajar en torno a las problemáticas de la Facultad: escasez de salones, limpieza, ausentismo de maestros, falta de volúmenes en la biblioteca, desconocimiento del plan de seguridad, y un largo etcétera. Ciertamente damos poca difusión a estar acciones, pero la experiencia nos ha indicado que los foros en internet se saturan con demasiada facilidad y la gente pierde el interés si se abusa de ellos.
La única problemática que tenemos abandonada es la del Auditorio Justo Sierra-Ché Guevara. Hace casi un año, cuando fue la movilización estudiantil para intentar recuperar el auditorio, nosotros nos encontramos en medio de todo el mundo tratando de mediar un conflicto que nos rebasaba completamente. Por un lado las autoridades que no se atrevían a meter las manos, por otro los estudiantes enfurecidos por lo que llamaban un “intento de desalojo violento”, por otro los estudiantes que no estaban al tanto (o si quiera interesados) en el conflicto, y por último unos pocos, poquísimos estudiantes que buscaban un auténtico diálogo y debate en torno a un espacio, su uso y administración , y que no tuvieron los ánimos o las ganas de resistirse a las asambleas interminables de los ocupantes del auditorio. Perdóname, pero nosotros no podemos con tanto, y mientras todo el mundo en la FFyL se ocupe en defender su opinión en torno al auditorio, en lugar de esforzarse por construir una sola de todas las opiniones, nosotros estamos atados de manos ante la problemática.
Saludos, Xavier Aguirre

Anónimo dijo...

Tibios. Eso es lo que son, unos tibios.

Los organizadores del bailongo, ¿son estudiantes? ¿O son los fósiles del auditorio? Se convierten en portavoces de los bailongueros (o como se diga, me da igual) sin ver que todo el rollo procede del auditorio, que está mayoritariamente ocupado por gente que nada tiene que ver con quienes sí somos estudiantes de la facultad, y el bailongo en sí no es una actividad universitaria, sino un fin ajeno. Así, compañeros, es como comienza todo a patinar.

Sobre lo otro que dices (en lo que estoy de acuerdo con el primer anónimo y con Ivo Basay), hay una gran confusón, porque ustedes "tratan de mediar" entre quienes quieren conservar el auditorio y quienes quieren recuperarlo. Perdón, pero ustedes forman parte de una instancia universitaria y, como tal, deben estar informados del gran número de violaciones a la legislación que cometen quienes lo tienen ocupado. ¿El artículo 95 no les dice nada? ¿No tienen ustedes voz para llevar ese asunto al Consejo Universitario? ¿O su misma tibieza y ambigüedad se los impide? ¿O ya los amenazaron Chalo, el Donky y los demás?

Ahora resulta que los representantes de la comunidad universitaria se presentan como representantes de todo mundo, sea miembro de la comunidad o no lo sea, esté dentro de la norma o no lo esté. ¿Qué viene después? ¿Que también se hagan eco de las peticiones de la cartulina que estaba a la entrada de la facultad el día del bailongo?

Xavier y Cristina Consejeros Universitarios de la F. de Filosofía y Letras dijo...

En efecto, somos unos tibios y a mucha honra, pues lo somos por convicción y no por cobardía. Tratamos realmente de ser una voz para todos los estudiantes, sin importar sus ideas u opiniones.
Primero hay que dividir: no estábamos discutiendo la situación del auditorio, ni si yo estoy a favor o en contra de su ocupación. Nuevamente lo que yo opine sobre el auditorio es irrelevante, a nosotros sólo nos toca ser portavoz y lo hemos sido para todas las partes.
Su reclamo no tiene razón de ser pues hemos llevado el tema al Consejo Universitario, y al Consejo Técnico y a toda dependencia universitaria donde hemos podido. Pero no he llevado sólo una voz sino todas las voces.
Porque, aunque no lo crean, también hay estudiantes (alumnos con credencial y que están cursando materias) que están a favor de la ocupación. Algunos de ello en efecto participaron en la organización del bailongo, pero eso no los hace menos estudiantes.
Cuando ha surgido el tema del auditorio yo expongo tanto la posición que se opone a la ocupación, como la que la apoya, como la que busca un punto medio de administración compartida.
Nosotros dejamos de intentar mediar entre los ocupantes y los estudiantes porque, como bien señalas, no nos corresponde hacerlo.
Soy parte de una instancia universitaria y conozco la legislación poerfectamente, pero ello no implica, de ninguna manera, que ignore o pase por encima de la opinión de un grupo de estudiantes que tiene tanto derecho de ser escuchado cono ustedes, aún cuando su opinión se oponga o se confronte con lo que dice la legislación.
Si ustedes o cualquier otro hubiera hecho de mi conocimiento, su descontento por la organización del bailongo, yo lo hubiera transmitido a las autoridades. ¿Por qué no lo hicieron? Si saben que está este blog abierto, si saben que además de nosotros están los consejeros técnicos, ¿por qué no acudieron a sus representantes para tener una voz frente a las autoridades de la universidad?
Los colectivos de la Facultad, integrados por estudiantes, que organizaron el bailongo, sí lo hicieron.
Por todo ello, no encuentro válido su reclamo.

Anónimo dijo...

Déjame ver si te entendí bien. Si conocen ustedes la legslación, y si saben que la ocupación es contraria a la misma, ¿por qué también argumentan a su favor? ¿Sólo porque algunos estudiantes están a su favor? Entonces vamos bien, compañeros: si algunos estudiantes deciden que está bien fumar mota en los salones, y otros se oponen, ustedes, muy "equilibradamente", van a presentar ante la autoridad competente sus argumentos a favor y en contra del consumo de mota en los salones. Y al diablo con las normas.

No se confundan: una cosa es ser portavoz de la comunidad y otra, muy distinta, es ser portavoz de la comunidad que apoya la ilegalidad. Por eso les dije "tibios", que no es lo mismo que ser "comedidos" o "neutrales". Porque, más allá de si tienen una opinión (que, visto lo que han dicho, no debe importarnos), lo que deben hacer es valorar lo que hacen y determinar si ocupan un asiento en la instancia mencionada para promover que las cosas se hagan bien o que pasen cualquier tipo de cosas. O sea: no creo bueno que vayan al Consejo y digan "hay alumnos que quieren la ocupación y alumnos que la rechazan. La legislación universitaria es clara al respecto, pero creemos que no debe ser aplicada porque hay quienes quieren que no se aplique".

¡Bravo! ¡Son ustedes unos auténticos paladines de la legalidad! Para eso me gustaban...

Anónimo dijo...

Ls mariachis callaron...

Xavier y Cristina Consejeros Universitarios de la F. de Filosofía y Letras dijo...

Perdón, no había tenido tiempo de contestar. Aunque te parezca incorrecto, e incluso con el ejemplo que pusiste, siempre presentaremos ambas posturas, aunque una se oponga directamente a la legislación.
La ley no vale por ser ley, sino porque está legitimada por un mecanismo validado desde una comunidad, y en cualquier momento dicha comunidad está en su legítimo derecho de cuestionarla y ser escuchada, aunque ello no derive en la modificación de la mencionada ley.
No se ha dado el caso, pero si un grupo de alumnos decide fumar mota en los salones, yo no soy nadie para decirles que no lo hagan (eso corresponde a las autoridades de vigilancia). Si se da el caso de que protesten por no poder fumar mota en los salones, ellos tienen tanto derecho, como tú o como yo, a ser escuchados por los órganos colegiados de la Universidad. La ley es entonces cuestionada y puede o no ser mantenida, pero en todo caso, nada quita el derecho de los estudiantes a cuestionar esa ley.
Nos preguntas que si estamos en el puesto para que las cosas se hagan bien o para hacer cualquier tipo de cosas. Desde nuestro punto de vista es justamente el debate y la apertura lo que es "hacer las cosas bien". Ningún sentido tiene decidir que fumar droga en los salones está prohibido, si para sostener esa prohibición, no se escucharon los argumentos a favor y en contra del consumo de drogas en los salones.
El ejemplo es extremo, pero lo sostenemos.
En tu otro ejemplo, cuando supones que nosotros diríamos: "hay alumnos que quieren la ocupación y alumnos que la rechazan. La legislación universitaria es clara al respecto, pero creemos que no debe ser aplicada porque hay quienes quieren que no se aplique".
Nosotros más bien diríamos (y varias veces hemos dicho): "hay alumnos que quieren la ocupación y alumnos que la rechazan. La institución debe considerar ambas posturas antes de tomar una determinación".
Saludos

Ivo Basay dijo...

Creo que aquí hay una terrible confusión:

Estimo que sí, su papel como consejeros no es el de policías ni el de jueces, Xavier y Cristina.

Me tocó ver como fueron vilipendiados en el aula magna hace un año por atreverse a convocar a los estudiantes a dialogar sobre el auditorio.

Pero he ahí la cuestión, cuestión histórica en la UNAM: los que acuden sin falla a ese tipo de foros y a hacer uso de todos los medios que les permita que se escuchen sus opiniones son siempre, los activistas. Por supuesto que no es malo en sí mismo ser activista. Pero tenemos la mala suerte de que los que hay, por lo general se inclinan por causas absurdas, o como dice el compañero, por causas ajenas a la legislación.

Claro, es una coincidencia, pero una lamentable coincidencia. No se puede recriminar a los que no hacen uso de los foros porque no desean pelear con los disputadores profesionales.

Por otra parte, no se me hace sensato aquello de ser portavoz de cualquiera, incluso del que plantea absurdos contrarios a la legislación. Pues hay que decirlo, la legislación fue hecha por hombres pensantes, llevó su tiempo, y el argumento abstracto de que cualquier ley puede ser cuestionada válidamente, porque necesita legitimarse tiene sus límites. No nos hagamos: hay cosas de las cuáles no se puede ser vocero. Si alguien llegara a plantearles exponer ante las autoridades pertinentes su inquietud por fumar mota u organizar bailongos ¿no es una pérdida de tiempo (suponiendo que uno tiene la legislación en la mano) hacer caso de aquello que plantea el que viene a la universidad para que le hagan caso en todo lo que se le ocurre.
¿No es más sensato buscar gradualmente la manera de acercarse a la parte de la comunidad que no tiene voz porque no quiere pararse a gritar en asambleas a la par de los disputadores profesionales?

porque de otro modo nos arriesgamos a que el estudiante incauto empiece a ver ciertas cosas como cotidianas o admisibles, exponiéndose a, por ejemplo, ser atropellado. El iluso, el novato, por supuesto que se indignará: "¿qué no era esto un acto de bienvenida?"
¿Qué pasaría si hubiera estado bajo aviso de los usos y costumbres ejenos a la legislación?

No pretendo que tengan ustedes más responsabilidad de la que les corresponde, pero sí sorprende que su moderación beneficie a los disputadores y ayude en poco a los que sólo quieren un poco de paz para estudiar. Pero, bueno, si el mismo Narro comparte esa "moderación" protectora, no tengo porqué exigirles más a ustedes, sé o me imagino que es una dura tarea.

Xavier y Cristina Consejeros Universitarios de la F. de Filosofía y Letras dijo...

Ivo:
Te agradezco la distinción que haces de los temas, pues creo que aporta mucho a la discusión.
Hay que hacer otra división: una cosa es ser vocero y otra es ser defensor. Como bien señalas tú, nosotros fuimos muy atacados (no sólo en esa asamblea) por los grupos a favor de la ocupación del auditorio, precisamente por querer ser voceros y nunca defensores. Nosotros en las Asambleas de hace un año NUNCA defendimos, ni en las Asambleas ni frente a las autoridades universitarias, el consumo y almacenamiento de drogas que hay en el auditorio (ni lo haremos jamás). Sí fuimos voceros de esa defensa, aclarando siempre que esa era la postura de un grupo de estudiantes.
(Aquí hay que hacer una breve anotación: La mayoría de los estudiantes que defienden al Ché defiende el espacio por ser un lugar de trabajo "autónomo", muchos se oponen al consumo y almacenamiento de drogas en el auditorio.)
Es cierto que la legislación no fue hecha al vapor, sin embargo, sostengo mi argumento. ¿Es una pérdida de tiempo? puede que sí. La verdad no lo sé, sin embargo sigo creyendo que TODO el mundo tiene derecho a una voz y que el argumento de que alguien contradiga lo establecido, o sea necio y grosero en sus modos, no es suficiente para negarle el legítimo derecho a esa voz.
Ahora bien, es cierto que normalmente sólo se escucha la voz de los activistas, pues, por razones muy diversas, el resto de la comunidad no se anima a participar. Como bien señalas, lo sensato es buscar esa participación de la comunidad, acercarse a los que no quieren o no pueden hablar.
La tarea es harto compleja ¿cómo hacerlo con 9 mil estudiantes?
Para ello habrá que generar nuevos mecanismos de representación estudiantil, pues claramente los consejeros técnicos y lo universitarios no somos suficientes, y claramente las asambleas no son mecanismos lo suficientemente amplios e incluyentes. Para poder generar estos nuevos mecanismos es necesario (o más bien indispensable) una amplia participación de la comunidad, lo cual nos lleva a un círculo vicioso: la comunidad no participa por falta de mecanismos, los mecanismos no existen porque la comunidad no participa. ¿Cómo romper este círculo?
Lo que a nosotros se nos ocurre es que lo primero, lo básico, es generar un sentido de PERTENENCIA.
Con esto quiero decir, generar en una parte amplia de la población estudiantil, la sensación y la conciencia de que pertenecen a una comunidad, y que en tanto que pertenecemos somos responsables de ella. Responsables de lo que pasa en la Facultad y de su funcionamiento y futuro.
A ello hemos encaminado nuestras acciones como consejeros. Algunos ejemplos: para generar ese sentido de pertenencia hay que hacer extensiva la información del funcionamiento de la facultad y de los modos de representación actuales, por eso nos hemos ido a presentar personalmente a los grupos de primer ingreso (casi 4 mil estudiantes sumando este año y el anterior). También hay que generar pertenencia a través de lo académico, por eso organizamos las charlas cara a cara con los eméritos.
Seguimos en esa línea de trabajo: realización de talleres sabatinos, publicar un manual de primer ingreso, organizar un festival académico-cultural de música funk, etc. Estos proyectos apenas los estamos concretando y apuntan todos a generar en la comunidad estudiantil un sentido de pertenencia, que poco a poco, despierte la inquietud de participar e incidir en la vida de la Facultad.
Una última cosa: la conversación se desvió mucho desde el principio y se ha dejado de lado la agresión que sufrieron varios compañeros. Con todo lo que se ha dicho aquí esa situación no cambia. Nuestro pronunciamiento es en contra de que la autoridad universitaria utilice mecanismos ajenos a la legislación para actuar en una situación. Por más que los compañeros no estén respetando la legislación universitaria, NO se justifica de ninguna manera que la UNAM recurra a un grupo ajeno a Vigilancia UNAM para remediar esa situación.
Saludos, Xavier Aguirre

Anónimo dijo...

No, no se justifica, como tampoco se justifica que digas que fue "la autoridad universitaria". Si los tipos esos se presentaron sin identificación, ¿por qué deduces que eran de la autoridad? Por un lado, te cuesta llamar al pan "pan" y al vino "vino", como sería el caso con los invasores del auditorio, y por el otro asumes que la autoridad mandó atropellar a los del bailongo. Qué confusión.

Me parece peor que digas que "los estudiantes que están en el Justo Sierra(imperdonable de tu parte llamarle "Che") se oponen al almacenamiento y consumo de drogas". ¿De veras? ¡Bárbaros, cómo se oponen! Se oponen con tanta decisión que se sigue almacenando y fumando mota ahí, y no me extrañaría que incluso se vendiera. A como son esos tipos, si se opusieran, ya habrían echado a patadas a los moteros. A menos que los moteros sean violentos y ajenos a la universidad, lo que menos me deja en claro por qué ustedes les conceden una voz que no les corresponde tener, o por qué no transmiten siquiera el hecho de que pasa lo que pasa, se opongan o no los "alumnos" a que eso pase. Si no son ustedes encargados de impartir justicia, al menos sí creo que deben comunicar las anormalidades, no salir con tonterías.

Lo que dice el otro que opina es cierto: ustedes se asumen como voceros de todo, de lo legal y de lo ilegal, y eso no demuestra su apertura, sino que quieren quedar bien con tdodos sin comprometerse a que los insulten otra vez. Les indigna que atropellen a unos tipos pero no les indigna que esos mismos tipos metan una letrina y la pongan casi en la puerta de la facultad. Son buenos para poner un comunicado en el que protestan porque se atropelló a unos sujetos pero no porque esos sujetos desconocen la legislación y atropellan al resto con el secuestro del auditorio. Intentan jstificarlo todo con un "somos voceros de todos", sin pensar que hay cosas que no tienen razón de ser expuestas.

Termino este mensaje diciendo que no sirve de nada hablar con ustedes. Si cada que uno les dice "ayúdenos a sacar a los del auditorio" ustedes salen con una babosada como "no, a ellos también les damos voz", entonces no sirve de nada que les escriba. Si decirles que existe ilegalidad en el asunto merece un "bueno, hay que ver qué tan legal es la legalidad", estamos perdidos. Me pregunto si en alguna ocasión han llevado al Consejo Universitario el problema: está ocupado el auditorio. Lleva diez años ocupado. ¿Qué hacemos? Todo fue decir "haríamos, tendríamos, deberíamos". Sí, pero ¿qué demonios están haciendo? ¿Un baile funk? No manchen.

Xavier y Cristina Consejeros Universitarios de la F. de Filosofía y Letras dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Xavier y Cristina Consejeros Universitarios de la F. de Filosofía y Letras dijo...

Anónimo: espero con esto dejar mi posición clara y no seguir abundando en el asunto:

1.- Sí sabemos que fue la autoridad universitaria. Esto fue admitido por el Secretario de Servicios a la Comunidad en la última junta de la Comisión Especial de Seguridad del Consejo Universitario. No sé si el casi atropellamiento fue o no intencional, no sé si los compañeros estaban violando la legislación. El punto del comunicado es independiente a eso: LA AUTORIDAD UNIVERSITARIA NO TIENE PORQUE UTILIZAR MECANISMOS AJENOS A VIGILANCIA UNAM PARA HACER CUMPLIR LA LEY.

2.- Para mí el auditorio es indistintamente Justo Sierra o Ché Guevara, el primero es el nombre con el que fue bautizado cuando se fundó, el segundo es el nombre con que fue bautizado en 1968, mucho mucho antes de la ocupación. Este nombre no tiene nada que ver con la ocupación y se corresponde con otros cambios de nombres a auditorios que ha habido en la Universidad: Ho Chi Minh (economía), Ricardo Flores Magón (ciencias políticas) y Salvador Allende (medicina).

3.- Yo nunca hablé de los estudiantes que "están en el auditorio", yo me refiero a los estudiantes que apoyan la ocupación. Ese es un error muy común y que ha sido la constante en los comentarios de esta entrada. Una cosa son los ocupantes del auditorio, yo no sé si son o no estudiantes, y otra son los ESTUDIANTES de nuestra facultad que han expresado su opinión favorable a la ocupación. Son estos últimos los que organizaron el bailongo y es a ellos a los que damos voz. El hecho de que un alumno se pronuncie a favor de la ocupación, no significa que esté de hecho ocupando el auditorio.

3.- Como ya dije: COMUNICAMOS TODO. En las juntas del consejo, ante las autoridades, en las comisiones, en todos lados hemos dicho: hay alumnos en contra de la ocupación, a favor, a medias, hay almacenamiento y venta de drogas, hay comedor vegetariano, hay talleres y actividades culturales, y un intento de poner un excusado, etc etc etc. TODO.

4.- No te puedo complacer en ayudarte a sacarlos del auditorio, porque me parece más importante primero decidir entre todos qué queremos de ese auditorio y para eso primero debemos de estar organizados. (Como ya había dicho primero hay que pertenecer realmente a la FFyL para luego poder organizarnos). El problema NO es el auditorio, éste es solo una expresión de la problemática: el caos que impera en torno al auditorio es la muestra de que no formamos una comunidad y por lo tanto no somos capaces de administrar nuestros espacios.

Ivo Basay dijo...

La vez anterior comentaba que tienen razón en una cosa: no son ustedes los responsables de ciertos problemas de la facultad y de ciertas cuestiones que ocurren bajo el cobijo de cierta indiferencia por parte del estudiantado.

Pero me parece que en la respuesta al comentario anterior (revisen la pesataña de SPAM de las opciones de blogger, ya me pasó a mi que automáticamente se "guardaba" comentarios) cometen un grave error:

Decir que el problema NO es el auditorio Por poner el ejemplo más notorio de problemas de la FFyL) sino la falta de organización estudiantil es admitir el axioma fundamental de los activistas: "la universidad debe ser gobernada por la comunidad (="democracia") y no por la autoridad actual (="totalitarismo")".

Cierto que es deseable que el alumnado comparta cierta dosis de "identidad universitaria", que muchos problemas pueden ser mejor abordados si existe el interés de la parte más grande de la comunidad en resolverlos. Pero ello no quiere decir que los estudiantes indifeentes sean los culpables de ciertas situaciones. En el caso del auditorio el problema no es ni la desorganización ni las formas "antidemocráticas" de gobierno universitario: el problema es que hay delincuentes que se apropiaron del espacio y hay que sacarlos.

El estudiante no tiene que preocuparse por saber qué quiere obtener del auditorio, es la autoridad universitaria la que debe de preocuparse por darle funcionalidad a las instalaciones de la facultad: el gasto ya está hecho para que los estudiantes lleguen cada día a cumplir como estudiantes y la facultad como lo que es: facultad.

Es deseable que los estudiantes sean capaces de organizar actividades académicas o culturales que puedan encontrar sede en el espacio (bravo por proponer los talleres sabatinos), pero no es su obligación plantear un plan de actividades, para entonces sí, exigir la liberación del inmueble. El verdadero estudiante está demasiado ocupado en formarse en las aulas, y sólo en ciertos momentos se tiene tiempo o se es capaz de proponer actividades serias que sean acordes a lo que la facultad y la universidad ofrece a la comunidad.

El problema Sí es el auditorio, porque viola la legalidad y en la práctica (por si no les gustan las abstracciones de la ley) roba un enorme espacio. Admitir lo contrario es darle la razón a los que organizan protestas estúpidas (como la del comedor), ya que se entiende que el que "al menos ellos hacen algo" les da la justificación para hacer lo que quieran. Y sí se llama Justo Sierra. El otro nombre fue puesto por ciertos activistas del 68, por ciertas causas. Es retomado y reivindicado por la okupa porque la okupa se dice "de izquierda". Justo Sierra fundó la universidad y el auditorio más grande de CU al momento de la apertura de esta merecía un nombre que le recordara algo a los universitarios.

Claramente el nombre "che" les recuerda a ciertos estudiantes que hay que oponerse a todo, aunque no sepan por qué. Claramente el nombre Justo Sierra, no les recuerda la razón de ser de la UNAM, y por ello protestan para que les regalen el café en lugar de protestar por cosas importantes

Xavier y Cristina Consejeros Universitarios de la F. de Filosofía y Letras dijo...

Ivo:
Yo no quise decir que la situación actual del auditorio no sea un problema, por supuesto que lo es, pero sólo es expresión de un problema más grande. Yo no sostengo el axioma que señalas, me parece que sobre interpretaste. Sí creo que las dinámicas universitarias deben de ser más democráticas, ello no quiere decir que los estudiantes estemos en control de todo pero sí que nos responsabilicemos por todo. Por supuesto hay cosas que recaen en la autoridad, sin embargo nada se sostiene sin el respaldo (la responsabilidad) del resto. Por ejemplo, de nada sirve que la autoridad limpie los salones y los baños si los alumnos seguimos tirando basura y comiendo en los salones. Lo mismo pasa en el caso de los profesores faltistas, de nada sirve que la autoridad amenace con revisar los libros de firmas o despida a dos o tres profesores, de nada sirve si los alumnos seguimos solapando sus faltas o aceptando su mediocridad con tal de obtener una buena calificación. Lo mismo pasa con el auditorio, de nada sirve que se expulse a los ocupantes, que lo tomen y administren los estudiantes o que lo manejen las autoridades, de nada sirve si TODA la comunidad no se hace responsable de ese espacio.
Sí creo que todos los estudiantes, así como los académicos, trabajadores y autoridades, somos responsables de la situación actual del auditorio. ¿Cómo explicar sino que en diez años no hayamos podido ponernos de acuerdo sobre lo que queremos para ese espacio? Yo no niego que la situación actual del auditorio sea un problema, pero sí creo que es expresión de un problema aún mayor.
Además, siento Ivo, que tú partes de que el “estado natural” del auditorio es que sea administrado por la autoridad. No sé qué tan cierto sea esto, pues en los 45 años previos a la ocupación, 22 estuvo en control de las autoridades y 23 en manos de distintos modos de administración que incluían a maestros y alumnos. Insisto no sé cuál es la mejor opción para el uso del espacio, pero sí creo que para poder discutirlo con seriedad primero hay que generar una integración de la comunidad.
Ahora bien, responsabilidad e integración en un sentido de pertenencia, yo no espero que todos los estudiantes se conviertan en activistas, ni que todos estén al tanto de toda la política de la facultad grillando todo el tiempo. Pero sí creo que debemos de lograr que todos los estudiantes se sientan afectados por todo lo que pasa en la facultad y sobre todo que sean conscientes de su posibilidad y derecho de incidir en la vida de la misma. Sin esto, cualquier solución que se dé al problema del auditorio, estará hueca e incompleta y solo ocasionará, tarde o temprano, una nueva problemática.
Por otro lado, me parece que se habla muy laxamente de los ocupantes y de sus simpatizantes, sin reconocer que en ambos hay una enorme diversidad. La facilidad con que, al hablar de ellos, se intercambian los términos: ocupantes, simpatizantes, drogadictos, violadores de la legislación, etc. no me parece justa. No porque tú estés en contra de la ocupación significa que eres un infiltrado de la rectoría ¿o sí? Tampoco quiere decir que seas un defensor del capitalismo salvaje, ni que esté a favor de un desalojo militar y violento. Seamos justos no todos los que ocupan el auditorio son estudiantes, pero también hay muchos estudiantes que defienden la ocupación (siendo o no parte activa de ella). Únicamente a ellos me refiero en mis comentarios anteriores. Tampoco hay que mezclar: una parte de los organizadores del bailongo y de los que protestan por la cafetería, no apoyan ni forman parte de la ocupación del auditorio.
Por último, como dije en mi comentario anterior, el nombre (Justo Sierra o Ché Guevara) me parece indistinto. Abonar a esa disputa sólo me parece polarizar más la discusión. ¿Por qué no puede llevar ambos nombres?
Gracias por tus comentarios y por tu tip del SPAM.
Saludos

 
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